En gran medida, entre los jóvenes de mi generación, se ha difundido el concepto de doble moral, el cual se resume en las palabras de Bertrand Russell: “La humanidad tiene una doble moral; una que predica y no practica, y otra que practica y no predica”. Es de vital importancia entender que el feminismo del siglo XIX difiere considerablemente de lo que vivimos hoy en día. En aquellos tiempos prehistóricos, la principal motivación era alcanzar un equilibrio en los derechos de hombres y mujeres. Sin embargo, en la actualidad, esas motivaciones se han transformado en una deshumanización discursiva e intelectual basada en la idea de “yo siento que”. Afirmaciones como “el hombre no debería existir”, “el feminismo empodera a las mujeres” o “ser madre es ser parte del patriarcado” predominan, (…). El colectivo feminista ahora se ha convertido en una máscara para la explotación, la cultura, la ideología y la politización.
Resulta imposible no mencionar el suceso trágico del 25 de marzo de 1911: el incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist, donde fallecieron 146 trabajadoras. Este hecho marcó la conmemoración moderna del Día Internacional de la Mujer, pero también sirve como excusa para ver a mujeres mostrando en sus pancartas el lema “Contra la violencia machista”. Además, no es difícil imaginar cuántas de estas chicas, sin saber el significado, utilizan prendas de marcas conocidas como H&M, donde se muestran frases como “igualdad”, “feminista” y “Girl Power”.
Sin embargo, el problema crítico radica en cómo se fabrican estas prendas. Es importante comprender que el objetivo principal de las empresas textiles es obtener la mejor rentabilidad al menor costo posible. Los países donde se ofrecen las mejores condiciones en la industria de la moda son Vietnam, India, China, entre otros. Según el artículo de Género y Economía publicado el 26 de mayo de 2022, titulado “La explotación de la mujer en la industria textil”, se destaca que las mujeres generalmente trabajan jornadas de 12 horas, y en algunos casos, incluso se ven obligadas a hacerlo, al igual que los niños. La fuerza laboral preferida son las mujeres jóvenes de entre 18 y 24 años. Esta realidad distorsionada beneficia enormemente a diversas marcas famosas como H&M, Mango, Zara, etc.
En otras palabras, somos testigos de cómo la hipocresía feminista se hace presente en un mundo donde se intenta establecer valores basados en los sentimientos y sensaciones de las personas, en lugar de atender a lo posible o la verdadera realidad de las mujeres. Desde mi perspectiva, en estas últimas épocas de coyuntura crítica, el feminismo se percibe como una creatividad diaria, carente de base racional y propensa a la violencia cultural, social y de interés empresarial. En contraste, abrazar el conservadurismo se interpreta como una rebeldía ante el exceso de corrección política y la búsqueda de añadir más derechos, incluso cuando estos sean innecesarios.
Referencias bibliográficas:
- Guatevisión. (s.f.). Hablemos de la doble moral. Recuperado de https://www.guatevision.com/historico/hablemos-la-doble-moral#:~:text=18%3A21%20PM-,Bertrand%20Russell%20manten%C3%ADa%20que%20la%20humanidad%20tiene%20una%20moralidad%20doble,As%C3%AD%20funcionamos.
- Género y Economía. (2022, 26 de mayo). La explotación de la mujer en la industria textil. Recuperado de https://generoyeconomia.wordpress.com/2022/05/26/la-explotacion-de-la-mujer-en-la-industria-textil/
- FashionNetwork. (2017, 13 de abril). H&M y Zara Larsson presentan una colección de mensaje feminista. FashionNetwork. https://es.fashionnetwork.com/news/h-m-y-zara-larsson-presentan-una-coleccion-de-mensaje-feminista,821710.html
Giancarlo Salvador Flores Puyó
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